La salud mental es un componente vital de nuestro bienestar general que a menudo pasamos por alto en nuestra búsqueda de una vida saludable. Esta se refiere al estado emocional, psicológico y social, e incluye la manera en que pensamos, sentimos, actuamos y enfrentamos el estrés.

Es una parte esencial de nuestro bienestar general y afecta nuestra capacidad para manejar el día a día, establecer relaciones significativas y disfrutar de la vida al máximo, y justamente por eso por esto que no podemos subestimar la influencia que tiene nuestra salud mental en nuestra calidad de vida en general. Cuidar de la salud mental lleva a que ciertos aspectos funcionales del ser humano se gestionen adecuadamente, como el estrés y los desafíos de la vida, tener relaciones sanas, tomar decisiones acertadas, alcanzar metas, trabajar o estudiar

La salud mental no está influenciada únicamente por factores internos o individuales, sino que también está profundamente vinculada a determinantes externos que pueden afectar positiva o negativamente nuestro bienestar emocional. Estos determinantes pueden categorizarse en tres áreas clave:

Factores Individuales: Nuestra genética, habilidades emocionales y el uso de sustancias son determinantes importantes de nuestra salud mental. Algunas personas pueden ser genéticamente más susceptibles a las afecciones de salud mental, mientras que el abuso de sustancias puede aumentar el riesgo.

Factores Sociales: Nuestro entorno social y económico desempeña un papel significativo en la salud mental. La pobreza, la violencia, la desigualdad y otros factores sociales adversos pueden aumentar el riesgo de problemas de salud mental.

Factores Estructurales: Los determinantes estructurales, como las condiciones geopolíticas y ambientales, también desempeñan un papel importante. Los eventos globales, como las crisis económicas o los desastres naturales, pueden tener un impacto significativo en la salud mental de poblaciones enteras.

Queremos dejarte algunos consejos para mantener tu mente saludable: 

  1. Cuida de tu cuerpo: El ejercicio regular, una dieta equilibrada y un sueño adecuado son fundamentales para mantener una mente saludable. Estos hábitos fortalecen tanto el cuerpo como la mente.
  2. Practica la atención plena: La meditación y la atención plena pueden ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la concentración y aumentar la resiliencia emocional.
  3. Establece relaciones significativas: Mantén conexiones sociales saludables. Compartir tus pensamientos y sentimientos con amigos y familiares puede proporcionar apoyo emocional y reducir la sensación de soledad.
  4. Busca ayuda cuando la necesites: Si sientes que tu salud mental está en juego, no dudes en buscar ayuda profesional. Hablar con un terapeuta o consejero puede marcar una gran diferencia en tu bienestar.
  5. Establece metas y busca un propósito: Tener metas claras y un sentido de propósito en la vida puede aumentar la motivación y la satisfacción personal.
  6. Desarrolla habilidades de afrontamiento: Aprende a manejar el estrés de manera saludable. Esto puede incluir técnicas como la resolución de problemas y la gestión del tiempo.
  7. Practica la gratitud: Fomenta una actitud de gratitud. Reconocer las cosas positivas en tu vida puede mejorar tu bienestar mental.