El bienestar espiritual tiene la capacidad de mejorar tu bienestar físico, mental y emocional, además de dar sentido a tu vida. Las personas más espirituales o religiosas son más capaces de manejar el estrés. Esto no es sorprendente si se tiene en cuenta que la espiritualidad se ha utilizado durante mucho tiempo como medio de consuelo y alivio del estrés.
Además de los problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión, el estrés es la causa principal de muchas enfermedades crónicas. Puede ser un reto conectar con tus verdaderas necesidades y deseos, (o incluso recordar que hacerlo es crucial) ya que las relaciones, las actividades, las noticias y otros aspectos de tu mundo compiten por tu atención todo el tiempo.
El bienestar espiritual siempre ha formado parte de la existencia humana. La espiritualidad puede beneficiar tanto a tu cuerpo como a tu mente, y es fácilmente accesible. La investigación confirma lo que mucha gente ya sabía: la espiritualidad es buena para la salud física y mental. La espiritualidad beneficia al ser capaz de:
- Dar a tu vida un propósito para que puedas ser más feliz.
- Aumentar tu sentido de la gratitud y la compasión.
- Mejorar los vínculos con los demás.
- Mejorar la gestión del estrés.
- Crear y alimentar conexiones más sanas.
Estos encuentros son el resultado natural de una vida espiritual y suelen ir acompañados de una serie de ventajas para la salud. He aquí algunas ventajas para la salud que pueden motivar tu práctica espiritual:
1- Potencia el sistema inmune.
2- Reduce el riesgo de caer en depresión.
3- Reduce los niveles de estrés.
4- Ayuda a disminuir la presión arterial.
5- Mejora el sueño.
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