Hay momentos en los que nos sentimos deprimidos sin motivo aparente. No hemos hecho nada fuera de lo normal y, sin embargo, no conseguimos estar de buen humor. Los bajos niveles de serotonina pueden ser la razón en estas condiciones.
Nuestros niveles de serotonina disminuyen como resultado de un estilo de vida agitado, la mala alimentación y la falta de ejercicio, lo que resulta en un estado de ánimo muy cambiante y típicamente negativo. Sin embargo, existen formas naturales de aumentar los niveles de serotonina.
La serotonina es un neurotransmisor que se produce en nuestro cerebro, entre otros lugares. Se le ha llamado la «partícula feliz» o el «neurotransmisor de la felicidad».
La explicación es que la serotonina se encarga de la regulación del estado de ánimo. Este neurotransmisor, que también participa en el control de nuestra función intestinal, tiene la capacidad de llevar a cabo las interacciones químicas necesarias para potenciar nuestra sensación de bienestar y felicidad.
La serotonina, por otra parte, puede ayudarnos a manejar mejor el estrés y la tensión diaria. Los niveles de serotonina, por otra parte, tienden a bajar cuando los niveles de estrés son altos. Como resultado, corremos el riesgo de desarrollar cierta inestabilidad emocional.
Además, una deficiencia de serotonina, en combinación con una serie de circunstancias externas e internas, puede contribuir a la génesis y progresión de cualquier tipo de enfermedad depresiva. Dado que nuestro cuerpo deja de producirla como consecuencia del estrés, los déficits dietéticos y otros factores, somos menos capaces de controlar nuestros cambios de humor.
Spot Heal te trae para ti algunos pasos que puedes seguir para poder elevar tus niveles de serotonina de manera natural:
1- Disminuye los niveles de estrés
El estrés constante reduce los niveles de serotonina y eleva los niveles de estradiol, la hormona del estrés, en la sangre, lo que debilita nuestras defensas y deteriora nuestra salud física y mental.
Otra consecuencia del estrés está relacionada con la dieta, que es la base para la producción y el mantenimiento adecuados de la serotonina. Cuando estamos ansiosos, a nuestro cuerpo le apetecen comidas ricas en grasas, carbohidratos y dulces, tres de los mayores enemigos de la serotonina.
2- Llevar una dieta variada y rica en triptófano
Es fundamental insistir en la necesidad de llevar una dieta nutricionalmente diversa y equilibrada. El triptófano se encuentra en casi todas las comidas. Sin embargo, algunas de ellas destacan por tener una alta cantidad de este aminoácido. Estos alimentos son los siguientes:
- Carne de pavo y pollo.
- Pescado azul.
- Lácteos.
- Piña, aguacates y ciruelas.
- Espinacas, remolacha, zanahoria, apio, dátiles y brócoli.
- Frutos secos (que además aportan magnesio y omega-3).
- Semillas de sésamo y calabaza.
- Chocolate negro.
- Alga espirulina.
3- Evitar el consumo de carbohidratos simples
Los carbohidratos simples son azúcares muy refinados que se absorben fácilmente y tienen un beneficio nutricional mínimo porque carecen de elementos vitales.
Los carbohidratos simples pueden encontrarse en los siguientes alimentos:
- Dulces con azúcar
- Pasta
- Arroz
- Pan
4- Evitar el café y otras bebidas estimulantes
Las bebidas ricas en cafeína, como el café, así como algunos refrescos y bebidas energéticas, potencian la liberación de adrenalina y cortisol, que, como hemos visto, son los principales antagonistas de la serotonina.
Además, estas bebidas son conocidas por su alto contenido en azúcar, lo que las convierte en comidas muy apetecibles con un valor nutritivo mínimo.
5- Dormir las horas necesarias
Otro enemigo clave en nuestra lucha contra el estrés y el agotamiento es la falta de sueño. Como nuestro cuerpo repara los niveles de serotonina cuando dormimos, descansar lo suficiente también es importante para mantener nuestra salud mental.
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