El cortisol es conocido internacionalmente como «hormona del estrés». Se produce en las glándulas suprarrenales situadas encima de cada riñón y funciona como un neurotransmisor en nuestro cerebro, especialmente en circunstancias difíciles o estresantes.
Nuestros órganos y sistemas funcionan armoniosamente cuando los niveles de cortisol están en equilibrio. Sin embargo, si los niveles de esta hormona siguen aumentando, puede causar «hipercortisolismo», una alteración endocrina que tiene un impacto muy grave en el funcionamiento de las células del cuerpo.
¿En qué funciones del organismo interviene esta hormona?
- En el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas. Es decir, que dependiendo de los niveles de cortisol es como tu cuerpo maneja el uso de todo lo que comes.
- Regula los niveles de inflamación en tu cuerpo.
- Controla tu presión sanguínea.
- Equilibra los niveles de azúcar en la sangre (glucosa).
- Controla tu ciclo de sueño y vigilia.
- Eleva la energía para que puedas manejar el estrés.
- Ayuda a equilibrar la sal y el agua del cuerpo.
- Contribuye con la memoria y la concentración.
Todos los procesos mencionados pueden verse afectados por un exceso de cortisol. Cuando el estrés se vuelve persistente, los niveles de cortisol se mantienen altos, lo que indica que nuestro cuerpo está inmerso en un conflicto interno y que todos los sistemas vitales no están funcionando correctamente, el estrés se vuelve crónico.
Órganos y sistemas que se ven afectados
- Sistema inmune: Cuanto más bajas sean las defensas, lo que puede dar lugar a trastornos autoinmunes como el lupus, las alergias y las dolencias respiratorias, mayor será el nivel de cortisol.
- Sistema gastrointestinal: Cuando el nivel de cortisol en sangre es elevado, la digestión y la absorción de los alimentos se ven afectadas. Como resultado de la indigestión, la irritación y la inflamación de la mucosa intestinal, se pueden desarrollar úlceras, síndrome del intestino irritable y colitis.
- Sistema cardiovascular: El cortisol en exceso eleva la presión arterial. ¿Cuáles son los resultados? Ataques cardíacos, enfermedades cardíacas crónicas y problemas con el corazón y el cerebro.
- Cerebro: Es más difícil conciliar el sueño y más difícil conseguir un sueño profundo cuando los niveles de cortisol aumentan. Se produce un bucle vicioso que causa deterioro mental, mala memoria y falta de concentración.
5. Sistema metabólico: Una de las razones de la obesidad es el estrés. Los altos niveles de cortisol en la sangre y en las células provocan la acumulación de líquidos y grasa, sobre todo en la región del abdomen. También provoca un aumento del apetito por las comidas ricas en azúcares, grasas y carbohidratos. El desequilibrio del azúcar en la sangre puede provocar un aumento del riesgo de diabetes de tipo 2.
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