Nuestro sistema inmune es conocido como el gran defensor de nuestro cuerpo por excelencia; no obstante, no todo el mundo es conocedor de las grandes hazañas que este puede hacer o de algunas cosas curiosas referentes a este. ¡Quédate con nosotros y conócelas!

1- ¿Existen personas sin sistema inmune? 

Todos los organismos humanos tienen un sistema inmunitario; sin embargo, hay ciertos ejemplos de personas que tienen inmunodeficiencia, en los que su sistema inmunitario está debilitado y es incapaz de combatir las infecciones. 

2- ¿Todas las enfermedades son causadas por agentes patógenos?

Los patógenos no siempre son los culpables de los síntomas de la enfermedad. En realidad, la mayoría de las veces, el sistema inmunitario responde a los microbios como parte de su labor de protección. 

La inflamación de las venas inducida por las histaminas, por ejemplo, provoca la obstrucción nasal durante un resfriado, lo que facilita que las proteínas y los glóbulos blancos penetren en las regiones infectadas y erradiquen los gérmenes. 

3- La falta de sueño es causante de debilidad al sistema inmune 

Muchas personas no son conscientes de que la falta de sueño tiene un impacto en el sistema inmunológico. Incluso una sola noche sin dormir disminuye la inmunidad del organismo al reducir el número de células responsables de la eliminación de gérmenes. 

4- ¿El estrés también debilita nuestras defensas? 

Aunque el sistema inmunitario parece un vasto ejército preparado para cualquier guerra, lo cierto es que el estrés merma sus efectivos al liberar moléculas que obstruyen las funciones defensivas. 

La risa es una forma fantástica de aliviar el estrés y desarrollar este sistema. Cuando nos reímos, se liberan en el cerebro dopamina y otras sustancias que ayudan a que el sistema inmunitario funcione correctamente y alivian el estrés en el organismo. 

5- ¿Sabías que necesitamos de los gérmenes para seguir viviendo? 

Necesitamos gérmenes para vivir, lo que puede parecer una expresión extraña, sin embargo es totalmente cierto. 

La salud de nuestro cuerpo depende totalmente de nuestras interacciones con los virus; es este contacto el que enseña al sistema inmunitario cómo afrontar los ataques y cómo responder a ellos.