El drenaje linfático es un método de masoterapia que consiste en dar masajes suaves en varias partes del cuerpo con el objetivo de mejorar la circulación de la linfa y del sistema linfático. 

El objetivo de este procedimiento es aumentar la contracción automática de los vasos linfáticos, lo que ayudará a reducir los edemas y otras alteraciones causadas por una circulación linfática inadecuada.

El sistema linfático se encarga de llevar los desechos producidos por la alimentación celular a la circulación, que posteriormente los transporta al sistema excretor para su eliminación. Los edemas surgen cuando el sistema linfático es incapaz de filtrar determinadas regiones, lo que provoca el estancamiento de líquidos y sustancias químicas.

Utiliza la presión para ayudar a arrastrar los líquidos atrapados hacia el sistema circulatorio y la sangre. Además de transferir el material de desecho de las células, también sirve como mecanismo de defensa del cuerpo, gracias a los ganglios linfáticos, que son estructuras que se encuentran en todo el sistema y que limpian los patógenos y neutralizan el daño que puedan causar.

¿En qué consiste? 

El masaje debe ajustarse a una serie de principios precisos para cumplir su objetivo: 

  • Debe ser muy ligero e indoloro para que tenga un impacto agradable y calmante.
  • Las manos deben realizar un movimiento gradual y repetido que siga en cierta medida el curso de los conductos linfáticos.
  • Aproximadamente dura menos de una hora.

Beneficios que te aporta para el organismo 

Se emplea cada vez más para tratar el edema traumático, el linfedema y los problemas linfáticos después de la cirugía. También se utiliza con frecuencia por motivos estéticos. A continuación se exponen algunas de las ventajas de esta técnica: 

  • Reactiva la circulación linfática,  ayuda a eliminar el exceso de líquidos y sustancias de desecho del organismo.
     
  • Reduce la inflamación derivada de la retención de líquidos, regulando el tono muscular.
     
  • Contribuye a mejorar las defensas del organismo al favorecer la función de los ganglios linfáticos.
     
  • Mejora el aspecto de la piel y combate enfermedades y afecciones como la celulitis o el acné.
     
  • Tiene un efecto analgésico, por lo que también se recomienda en dolores derivados de enfermedades como la fibromialgia.
     
  • Tiene un efecto relajante en el sistema nervioso, aliviando situaciones de estrés y ansiedad, pero también combatiendo los efectos de patologías como migrañas y vértigo.
     
  • Mejora la circulación sanguínea (el sistema linfático se complementa con el aparato circulatorio) y ayuda a eliminar problemas derivados de una mala circulación, como las varices.
     
  • Estimula la función renal.