Los trastornos hormonales femeninos, a pesar de que son comunes, no son normales. Esto se puede regular haciendo uso de diferentes adaptógenos. 

Hoy en día, muchas mujeres están tan inmersas en sus actividades cotidianas que tienen poco tiempo para cuidar su cuerpo. Cuando detectan algo inusual, optan por ignorarlo y esperan que desaparezca. En cambio, los signos de un desequilibrio hormonal son bastante evidentes.

Todo, desde el estado de ánimo hasta la fertilidad, se ve afectado por este problema. Por lo tanto, es fundamental entender los orígenes y los síntomas de este desequilibrio para que pueda buscar opciones que ayuden a devolver el correcto funcionamiento a las hormonas y así recuperar su salud y bienestar. 

Algunos síntomas de un trastorno hormonal femenino: 

1. Acné: 

Una mujer puede encontrar dos tipos de acné a lo largo de su vida. Por un lado, un pequeño brote que se desarrolla antes de la menstruación y que es bastante frecuente. Por otro lado, el acné crónico es más difícil de tratar.

Los andrógenos, que son las hormonas que generan el sebo corporal, pueden ser los culpables en el segundo caso. Una sobreabundancia de ellos podría bloquear los poros, impidiendo el paso de los gérmenes y las células muertas. 

2. Aumento de apetito: 

Es posible que las hormonas sean la causa de tu hambre insaciable, incluso después de una comida abundante. La mayoría de las veces se debe a la falta de sueño o a un descanso insuficiente que, por su mala calidad, impide que el cuerpo se relaje totalmente.

3. Calores nocturnos: 

Los sofocos nocturnos son un síntoma típico de la menopausia. Al principio se suponía que estaban causados únicamente por la falta de producción de estrógenos. Muchas investigaciones han revelado que también están relacionados con una combinación de exceso de estrógenos y deficiencia de progesterona. 

4. Resequedad vaginal: 

Esta dolencia también está relacionada con un descenso de los niveles de estrógeno. La producción de esta hormona empieza a disminuir cuando las mujeres llegan a la mediana edad, lo que provoca cambios en las paredes vaginales que pueden provocar una lubricación natural inadecuada. 

5. Fatiga: 

Es natural que las personas se sientan cansadas de vez en cuando; pero, cuando es persistente y nos complica la vida, es motivo de preocupación. El sueño no podrá aliviarnos, lo que indica que hay un problema. Esto puede deberse a que las hormonas tiroideas ya no se generan en gran cantidad, especialmente si se ha engordado y es difícil de eliminar.

Una de las herramientas que más puede beneficiar ante la presencia de un trastorno hormonal, son los adaptógenos: 

Sustancias naturales, plantas medicinales con usos milenarios que se utilizan en la medicina para la estabilización de procesos fisiológicos y la promoción de la homeostasis. Muchas enfermedades o trastornos son corregidos haciendo uso de los adaptógenos, por esta razón forman parte de los protocolos de tratamiento de la medicina integrativa.